Bienvenido al templo

“Solo te pido que entres a mi morada con respeto. Para servirte no necesito tu devoción, si no tu sinceridad. Ni tus creencias, sino tu sed de conocimiento. Entra con tus vicios, tus miedos y tus odios, desde los más grandes hasta los más pequeños. Puedo ayudarte a disolverlos. Puedes mirarme y amarme como hombre, como padre, como hijo, como hermano, como amigo, pero nunca me mires como a una autoridad por encima de ti mismo. Si la devoción a un dios cualquiera es mayor que la que tienes hacia el Dios que hay DENTRO de TI, les ofendes a ambos y ofendes al UNO.”

- Incripción a la entrada del templo de Bastet (slightly modified)

 Este es el comienzo de otro de tantos blogs que hablan sobre seguridad Informática y seguridad ofensiva. Sobre este tema podrás encontrar cientos, sino miles de referencias que explican procedimientos que parecen complejos y que hacen ver el hacking y a la ingeniería de sistemas (por no decir que a todas las ciencias de la computación) como algo mágico e inalcanzable. Como si de un procedimiento mágico se tratase, los hackers son vistos como personas extremedamente peligrosas, capaces de cualquier cosa.

Ellos son nuestros nuevos gurús, quienes dedican a sacar al mercado nuevos y cada vez mas ingeniosos gadgets que , sin entender como funcionan y cuales son sus verdaderos alcances, utilizamos a diario y nos jactamos de poseer como un símbolo para ostentar nuestro poder adquisitivo. 

Mientras tanto un mundo invisible va desarrollandose capa tras capa bajo nuestra sociedad y cada vez nos envuelve mas en un halo de dinero electrónico, trajetas de crédito, hipotecas, saldos y otros tipos de información intangible que nos gobiernan dia a dia. ¿Y si pudieramos conocer como funciona esto? ¿Podríamos salir de ello? ¿Podríamos controlarlo?

Has de saber lector, que el mundo que se te ha impuesto ante tus ojos es solo una obra ficticia de los que se encuentran en el poder. Y lo sé porque se como trabaja el sistema, como hace que finalmente no pagues con dinero sino con horas hombre de trabajo, prácticamente estás pagando con tu vida las cosas que adquieres, sientes y vives. Y dejame recordarte que tu tiempo es muy limitado. 

Es por eso que has llegado aquí, a este templo buscando respuestas de como funciona el mundo que no ves. Ese mundo mágico que llamamos tecnología. Estas aquí porque quieres saber no como utilizar algo sino hasta donde puedes llevarlo, que tan lejos puedes llevar tu mente a imaginar cosas mas allá de lo posible.

Estas aquí porque tienes hambre de conocimiento, hambre de lo que realmente te puede ofrecer la sociedad actual con toda esa tecnología que nos pone delante y que nosostros solo utilizamos como borregos como si en un rebaño estuviesemos. Lo bueno del Internet es que se autoregula: Cuando esto sucede, siempre hay quien sale a gritar que no esta de acuerdo y su opinion se viraliza como la gripe mas el frío lo haría. Ahi es donde nacen los verdaderos hackers.

El hacking se ha transformado de una actividad meramente de entretención a una extensión política de varias expresiones de las minorías que no pueden defenderse por si mismas. Hablamos de personas que combaten dia tras día por la libertad de expresión y por difundir información sobre gobiernos tiránicos y corruptos que tratan a su pueblo con desprecio y difamación. Los hackers somos aquellos Robin Hoods modernos que robamos esta info a los grandes conglomerados y se la entregamos al pueblo con el fin de que la verdad se sepa.

Por otro lado, los hackers, los verdaderos hackers también luchamos por evitar que los que poseen superpoderes como los nuestros abusen de los suyos, como suele suceder. Un hacker no es malo, es simplemente una persona que piensa diferente y que puede realizar actos que la mayoría de las personas no podrían. Es el superhombre de nietszche que posee todas las cualidades de la sociedad moderna. Es un superheroe. 

Así que, ya has llegado hasta aquí. Bienvenido y ojalá mi templo personal de seguridad ofensiva sea util para tí. Pero recuerda: Solo te pido que entres a mi morada con respeto, como lo harías en cualquier templo.